Hace un tiempo, escribí una respuesta para una usuaria de mi grupo de Facebook y me pareció útil compartirla en el blog; ella me escribió los siguientes comentarios:
«Gracias por invitarme a compartir este grupo. Leí los libros de Louise Hay y los consulto en forma permanente, pero algunos problemas que tengo, que según leo son por no amarme a mí misma, o falta de autoestima, a pesar de seguir los consejos de Louise, siguen firmes y lozanos como el primer día. Voy a seguir insistiendo de porfiada que soy, pero como ejemplo: desde pequeña y hasta hoy basta que desee algo con mucha intensidad, lo sueñe, lo imagine, para que la vida se encargue de negármelo. En fin, quizás tenga que trabajar al revés, y se da. Besos. B»
Mi respuesta para ella fue la siguiente:
«Hola B y demás participantes del grupo!
Gracias por tu mensaje. Lo que planteás es un tema para desarrollarlo ampliamente… pero trataré de ser precisa para guiarte en lo básico y poder responder a tu pregunta brevemente en el espacio que nos ofrece este grupo de Facebook.
Una de las ideas básicas de la filosofía de Louise L. Hay, es que detrás de todos los «problemas», sean del tipo que sean (relaciones, dinero, trabajo, salud, etc), está la falta de amor y de valoración hacia nosotros mismos; en el fondo sentimos «yo no valgo». Por eso la idea principal desde mi punto de vista es trabajar en fortalecer la autoestima. La autoestima es para las personas como son los cimientos en una construcción… si no están firmes, o si no trabajamos para fortalecernos, toda la estructura, todo lo que le vayamos poniendo encima puede tambalear…
Todos tenemos problemas, la cuestión es cómo los interpretamos (cada uno de nosotros) y cómo nos preparamos para afrontarlos. Todos cometemos errores, la cuestión es qué nos contamos a nosotros mismos sobre nuestras fallas. Las usamos para aprender o nos criticamos y nos exigimos ser perfectos?
Cuando hemos «pescado» una creencia falsa, una idea limitante sobre nosotros mismos y queremos cambiarla, estamos enfrentándonos con un pensamiento, pero también con una emoción o mejor dicho un grupo de dos o tres emociones juntas, que están ligadas a la forma de pensar sobre nosotros mismos, la forma de vernos, nuestro auto-concepto. Necesitamos trabajar sobre cambiar las creencias, y también sobre las emociones.
Indagar sobre las emociones es muy importante para poder cambiar algunas pautas negativas. Puedes hacerlo haciéndote preguntas, por ejemplo, ¿cómo te sientes cuando estás queriendo cambiar algo en particular? ¿Sigues viviendo en la emocionalidad del pasado? ¿de verdad crees que mereces eso que dices desear? ¿estás en sintonía con lo que deseas? ¿O en el fondo no te lo crees?
La cuestión del merecimiento es muy importante. Alguien dijo «tanto si crees que puedes como si no, estás en lo cierto». Si no crees que puedes, no podrás… si no crees que lo mereces, no harás nada al respecto…
Luego ¿qué acciones estás dispuesta a poner en marcha para cambiar eso que estás afirmando o declarando?
Por ejemplo, si dices: «Soy responsable económicamente» y luego vas por allí despilfarrando el dinero sin control, así no funcionan las cosas. No se trata de algo mágico. Lo que verdaderamente puede hacer magia es hacernos cargo de lo que uno crea en su vida, con sus pensamientos, con sus creencias, con sus emociones y con acciones concretas, enfocados en cuidarnos a nosotros mismos. Sólo así puedes conseguir cambios reales y duraderos.
Cuando nos queremos de verdad, las demás cosas externas comienzan a tener un nuevo orden, porque nosotros estamos en sintonía con lo que deseamos… ponemos límites (reconocemos nuestros límites naturales y humanos), y aprendemos a poner límites a los demás, pedimos a los demás respeto. Elegimos situaciones y personas que nos convienen… porque aprendemos a cuidarnos emocionalmente.
En ese estado de equilibrio entre mente, emociones, corporalidad y energía, atraemos experiencias diferentes porque vibramos y los demás perciben eso… es como cuando estás de mal humor y nadie se te acerca… claro, si estás feliz atraes cosas y gente positiva, estás receptiva, abierta, confías en tí. Es una ley.
B, espero haber respondido en parte a tu mensaje. Podemos seguir conversando sobre esto y compartir otros puntos de vista.»
Ahora agrego también la observación de que, cuando B. dice «desde pequeña y hasta hoy basta que desee algo con mucha intensidad, lo sueñe, lo imagine, para que la vida se encargue de negármelo. En fin, quizás tenga que trabajar al revés, y se da.», esa ES en sí misma la creencia con la cual ella necesita trabajar más. Si deseas algo muchísimo pero en el fondo te dices a ti misma/o «ya verás como me sale al revés», tu lo estás sosteniendo. Nosotros nos convertimos en «adivinos» de nuestro futuro; nuestras creencias fuertemente arraigadas están por encima de nuestros deseos y acciones.
Otro punto para reflexionar es que soñar, imaginar y desearlo con mucha intensidad, todo eso es perfecto… las visualizaciones ayudan a conectarnos con lo que de verdad deseamos, pero ¿luego qué hacemos? ¿qué acciones ponemos en marcha? ¿se corresponden nuestras acciones con lo que deseamos o nos desviamos continuamente de nuestras metas?
Y tú, ¿puedes identificar en este relato parte de tu propia experiencia con las creencias limitantes?
Hola Marisa:
Te felicito por el blog y te agradezco por toda la ayuda que nos das. Particularmente me ha impactado bastante el testimonio de B. pues a mis 51 años aún vivo un caso muy similar al suyo. Lo que aconsejas me cae del cielo. Pero como bien dices, tal vez lo más importante de todo sea SENTIR y CREER lo que uno dice. Y ese es precisamente el gran problema que enfrentamos algunos. ¿Cómo hacer para CREER que uno es merecedor de todo lo bueno, y que no sucedan cosas como las que comenta B.? Racionalmente sí, la cosa funciona muy bien: me convence totalmente el argumento de que merezco lo mejor, pero… no lo siento. No sabes cuánto te agradecezco desde ya por tu consejo.
Bendiciones.
Víctor Hugo.
Lima, Perú.
hola Marisa, me parece que todo lo que la mente quiere lo logra para bion o para mal. Hay tantas cosas aprendidas que, muchas veces la llevamos como paradigmas, para conseguir algo, hay que romper e
esquemas.
Gracis por tus consejos.
Hola Francisco,
totalmente de acuerdo con tu comentario…
Escribí tanto sobre tu mensaje que al final voy a hacer una entrada nueva!
Saludos!
Marisa