La autocrítica es una gran barrera para la autoestima; son todas aquellas percepciones negativas que tienes acerca de vos misma/o. Haces algo y te dices: «qué tonta soy», «siempre lo hago mal», «debí haberme dado cuenta», etc…
La mayoría de nosotros nos criticamos alguna vez. Empieza a dejar de hacerlo. No te critiques nunca, por nada.
Louise L. Hay dice que autocriticarse sólo sirve para intensificar la indesición y la holgazanería, y que «la orientación que hay que dar a la energía mental es la de liberarse de lo viejo y crear modelos mentales nuevos.»
Cuando nos regañamos y nos humillamos, cuando nos damos «una paliza a nosotros mismos», es interesante reflexionar y preguntarnos a quién estamos tratando de esa manera. La forma en que nos trataban cuando éramos niños, es a menudo la forma en que nosotros nos tratamos ahora, siendo adultos. La persona a quien estamos criticando es apenas un/a niño/a de tres años que llevamos dentro. Si tuvieras delante de ti a un niño/a de tres años que tuviera miedo, que se sintiera inseguro/a ¿te enojarías con él/ella, o tratarías de que sintiera a gusto, aceptado/a, dándole tu apoyo y tu cariño?
La próxima vez que te encuentres teniendo un pensamiento de crítica contigo misma/o, date cuenta y pregúntate, «¿qué me estoy diciendo a mí misma? Cómo me siento teniendo este pensamiento o diciendo esto?» y dále la vuelta… sea lo que sea, di en voz alta o para ti misma, «me quiero»… «me quiero»… «me quiero».
Siempre que hagamos afirmaciones, las hacemos en primera persona, en tiempo presente y en positivo, y son más efectivas si las decimos mirándonos al espejo, y en voz alta. Pero lo más importante es que lo hagas a tu manera, que indagues en lo que funciona para vos, sin presionarte.
Las situaciones externas no cambian hasta que no cambias algo dentro tuyo. Si hay algo que todavía no cambia, es porque hay algo que aprender o algo que hacer… El trabajo SIEMPRE es interno, y es con nosotros mismos, nunca con los demás.
Muchas veces repetiré: paciencia, tiempo al tiempo. Cuando cambiamos nosotros internamente, luego las circunstancias se acomodan de otra manera, cuando sea el momento, y de maneras inesperadas.
Amarte a ti mismo/a es la mejor inversión y el trabajo más valioso que puedas hacer en tooooda tu vida.
Adelante! Continúa!
Hoola Marisa!:
Muchas gracias por la nota que nos dá mucho para meditar con nosotras mismas.
Coincidirás conmigo que no es tan fácil por toodo lo arraigado…pero como díces con fé y paciencia se logra el cambio.
Te mando un abrazo
María Inés