¿Qué deseas por encima de todo para tus hijos?
La vida nos presenta desafíos diarios, y estoy segura de que si tienes a tu cargo a niños pequeños o adolescentes te interesa saber cómo apoyarlos. Como padres queremos proteger a nuestros hijos de la violencia, el acoso escolar (bullying, en inglés), las malas compañías, la adicción a sustancias –alcohol o drogas- o a la comida, la adicción a los juegos (¿o en tu casa todavía no hay una PlayStation?), la exposición con personas desconocidas a través de chats o redes sociales en internet, la mala calidad educativa, embarazos no deseados en adolescentes, la deserción escolar, falta de preparación para buscar un trabajo… la lista sigue y sigue… tu nómbralos. A medida que crecen los desafíos cambian.
Si tuvieras una fórmula que te diera todas las herramientas para dar en el núcleo de una vida adulta vivida con felicidad, éxito, empatía, valor, confianza, flexibilidad, creando relaciones armoniosas y comunicándose de maneras efectivas… ¿no quisieras eso para tu hijo? ¡Por supuesto que sí! ¡Soy mamá y casi puedo escuchar tu respuesta!
Actualmente, hay suficientes estudios y experiencias como para decir que el ingrediente fundamental de una fórmula como esa ES la autoestima. En su libro ‘El niño feliz, su clave psicológica’, Dorothy Corkille Briggs dice que ‘El niño que posee autoestima elevada es el que más probabilidades tiene de triunfar. Más y más investigaciones demuestran que entre el niño (o el adulto) que funciona plenamente y la persona que marcha por la vida entre tropiezos existe una diferencia fundamental. La diferencia reside en la actitud de uno y otro hacia sí mismo; en su grado de autoestima.’
Las personas que son conscientes de la necesidad de tomar plena responsabilidad por su propio bienestar, también se dan cuenta de la necesidad de tomar un rol activo y seguir de cerca los pasos en el desarrollo de la autoestima de sus hijos. Necesitamos tomar total responsabilidad por la clase de vida que queremos crear para nosotros y para nuestros hijos.
Nosotros no podemos ‘darle’ autoestima a un niño (ni a un adulto), es algo que cada uno hace por sí mismo. En cambio, si podemos asegurarnos de incluir algunas estrategias que reforzarán su sentimiento de autoestima, y de evitar aquellas prácticas que podrían disminuir su autoestima.
La siguiente lista contiene 13 estrategias que contribuirán a desarrollar la autoestima de niños y adolescentes. Es la primera parte de una serie de tips sobre los que estaré escribiendo en los siguientes artículos.
- Ayúdalos a ser dirigidos interiormente en lugar de ser dirigidos exteriormente –esto implica dejar de buscar en otros la propia valía, y desarrollar un sentido interno del propio valor.
- Enséñales a respetar tus límites personales e insistir en que los suyos sean también respetados.
- Enséñales que está bien cometer errores –que no esperas que sean perfectos, y que todos los seres humanos cometemos errores como parte fundamental de todo proceso de aprendizaje.
- Enséñales flexibilidad para superar decepciones, pérdidas o frustraciones –a aceptar los cambios y los vaivenes de la vida para que puedan adaptarse a ellos con facilidad. No siempre ‘podemos todo lo que queremos’, y los niños son maestros en pedirnos cosas constantemente! Así que no comprarles o darles todo lo que piden y aprender a lidiar -nosotros y ellos- con sus berrinches es una gran lección para ellos y también para nosotros.
- Refuerza la importancia de que actuemos en sintonía con nuestros valores – en lugar de lo que es más conveniente. Un ejemplo de esto es enseñarles a tirar papeles o envases en el lugar correspondiente, no en la calle porque ‘es más fácil’ y luego mirar para otro lado. Si no hay un contenedor de basura en ese lugar -la excusa perfecta- lo pueden guardar y tirarlo más tarde en casa.
- Incluye la contribución como un valor familiar – enseña a tus hijos a contribuir regularmente con otros y especialmente con aquellos más necesitados. Los ayudarás a desarrollar la compasión y al mismo tiempo a valorar y agradecer lo que ellos tienen.
- Inspira, ármate de paciencia y… busca comprender el origen del comportamiento en lugar de juzgarlo – ¿qué emociones, pensamientos o necesidades hay debajo del comportamiento (el berrinche, la queja, el capricho, la mentira, el robo, etc.) que tu hijo está manifestando? Haz el esfuerzo de comprender y buscar soluciones en lugar de reprimir o castigar el comportamiento.
- Enséñales a pensar correctamente – ¡Hey, esto es fácil! Puede parecerlo pero no lo es, y es una clave central. Somos seres racionales, sí, pero ¿estamos siendo racionales cuando pensamos algo como ‘si ellos no me quieren yo no valgo’? Practica con ellos el confrontar los pensamientos distorsionados y elegir ser más racionales. El pensar más racionalmente ofrecerá una mirada completamente diferente sobre quién él es y su propio valor.
- Toma responsabilidad por las palabras que salen de tu boca – cuando un adulto, especialmente si es alguien significativo en su vida, le dice a un chico cosas como ‘¿no puedes hacer nada bien?’ esto puede devastar la imagen que tiene de sí mismo y como consecuencia él o ella comienza a fabricar una auto-imagen defectuosa y negativa.
- Enséñales a aceptar otros puntos de vista y observaciones – en lugar de estar a la defensiva al tomar los comentarios de los otros personalmente.
- Enseñarles a apreciar la diversidad, lo diferente – a tener una actitud abierta y respetuosa por lo que es distinto a lo que ellos son, tienen o hacen.
- ¡Sorpréndelos actuando bien! –reconócelos de una manera genuina. No estoy diciendo que exageres o le digas a tu hijo todo el tiempo que es fantástico, ellos detectan como un radar cuando no estamos siendo sinceros, pero píllalo actuando correctamente y hazlo notar. ¡Todos los seres humanos tenemos una necesidad genuina de ser reconocidos por los demás!
- Enséñale a valorar a las personas – por encima de las cosas materiales. El ó ella va a tratar toda su vida con personas, verdad? Cuando somos adultos la capacidad de relacionarnos con otras personas y crear nuestra propia red de apoyo es fundamental. Ofréceles a tus hijos oportunidades para que ellos experimenten esto por sí mismos desde pequeños.
Todo padre, madre, docente y cualquier persona a cargo de niños pequeños o adolescentes puede hacer más fácil o más difícil el desarrollo de la autoestima. Puedes incorporar estas estrategias y hacerlas partes de la vida diaria.
De todas maneras, no podemos inspirar estas conductas en ellos si antes no las incorporamos nosotros mismos. Convertirnos en modelos de estas conductas y desarrollar nuestra propia estima es la forma más efectiva de enseñarles. Según los estudios de Stanley Coopersmith en el campo del origen de la autoestima en la familia, los padres de niños con alta autoestima tienden a tener también una elevada autoestima.
Entonces, mis sugerencias como coach para ti son:
Imprime esta lista y elige solamente tres actitudes que te gustaría fortalecer en tu familia (elige dentro de las que más se adapten a tu situación en este momento). De las tres, elige una de ellas para empezar hoy mismo y que también vas a practicar mañana. Empieza a estar alerta para ver en qué ocasión vas a comenzar a aplicar estas ideas. A medida que pasan los días y sientas que vas pudiendo implementarlas, ve rotando y elige nuevas estrategias.
Después cuéntame en el blog cómo te resultaron estas estrategias. ¡Me encantaría saber cuáles son tus desafíos y tus progresos!
Hola Marisa, me dio muchisimo gusto saber de ti. Me vino como anillo al dedo este blog acerca de los hijos pues mi hija de once años esta comenzando su proceso de niña a adolescente y la verdad si es complicado! A veces no la comprendo del todo y tengo miedo de no guiarla adecuadamente. Es un proceso tan delicado y quiero hacerlo de la mejor manera posible pues ella tiene un caracter muy fuerte y si se me acelera mucho en cuanto a la manera de contestarme cuando le llamo la atencion por algo que ha hecho. Ya te contare como me sigue llendo con ella.
Saludos y un abrazo enorme!
Hola Alito!
Me alegro de tener tu mensaje y de que te haya servido. El proceso de los adolescentes es complejo. Un tip: a partir de los doce años es una edad clave, según el método Montessori dice que lo que no aprendimos de 0 a 5 años podemos aprenderlo de 12 a 16… es una nueva etapa de mucho aprendizaje para ellos! Es muy importante saber que el adolescente por un lado dice: ‘yo soy independiente, hago lo que quiero’, y por el otro quiere que vos como mamá o su papá (o ambos) estén pendientes de sus pasos. Tienes que acompañarla pero de una manera respetuosa… ella necesita que vos estés al tanto de lo que le va pasando, aunque también quiere hacer la suya, se entiende? Es un error por ejemplo no hacerles caso porque él o ella quieren ser más independientes, porque a la larga lo van a vivir como una falta de atención. Tu hija te necesita, y mucho!
Buena suerte, y un abrazo grande!