La baja autoestima se ha considerado con frecuencia la causa de muchos de los problemas sociales en el mundo, desde la delincuencia, hasta la incapacidad de las personas para interactuar socialmente con otras personas. Sin embargo, ha habido muy poca consideración en cuanto a lo que realmente es, y qué efectos concretos puede tener sobre una persona.
Para entender qué es la autoestima y resolver algunos de sus inconvenientes, primero es importante explorar algunos conceptos básicos relacionados con ella, así como sus repercusiones de diversa índole.
Para empezar, la autoestima es el valor con el cual las personas se asocian a sí mismas. Por lo tanto, a diferencia de la idea errónea de que la autoestima es la cantidad de confianza que alguien tiene sobre lo que puede hacer, la autoestima es realmente más valía que confianza. Esta última, después de todo, está más asociada con la creencia en la propia capacidad para realizar alguna tarea en el futuro, mientras que la autoestima es la forma en que nos vemos a nosotros mismos en la actualidad.
Sin duda, lograr que las cosas pasen aumenta nuestra auto-confianza y también nuestra autoestima, pero la autoestima no puede estar relacionada exclusivamente con nuestros logros, con algo externo, ni tampoco fluye según cuán exitosos seamos en llevar a cabo nuestras metas. La autoestima no es un concepto tan variable. Muy por el contrario, los psicólogos consideran la autoestima como una concepción más perdurable que las personas tienen acerca de sí mismas, a pesar de que puede haber algunos casos de autoestima de una persona por un momento vacilante en la dirección opuesta. Todos nosotros enfrentamos situaciones claves que ponen a prueba nuestra autoestima. Por ejemplo, cómo afrontar mi vida después de mi divorcio fue una gran prueba para mi.
Cuando las personas sufren por sentimientos de baja autoestima, a menudo se comparan con otras personas. En el proceso, ven sus defectos como sobresalientes, haciéndolas a ellas menos respetables que las personas con las cuales se están comparando. Ellos verán lo que les falta y lo que no poseen, y sobre-glorificarán las características positivas que otras personas puedan tener.
Demasiada preocupación -y hasta cierto grado, me voy a permitir usar aquí la palabra paranoia- sobre la posibilidad de que la gente se burle de ellas también puede tener lugar. Pueden tener un miedo excesivo de ser juzgadas cuando están en público con sus defectos tan evidentes como para que todo el mundo los vea. Esto puede crear en las personas con baja autoestima fuertes sentimientos de rechazo e incluso odio para consigo mismas.
También hay momentos en que las personas que sufren de bajos niveles de autoestima sienten que no merecen las cosas que tienen, o que no son dignas del amor que sus amigos o familiares les manifiestan. A menudo sienten que no merecen la pena, y que claramente es una pérdida -o bien de tiempo, dinero y esfuerzo- que hacen las personas para poder estar con ellas o para hacer que se sientan especiales.
Entonces es probable que se retiren de cualquier interacción social que pudieran tener, o que por lo menos tengan cierta dificultad interactuando con otras personas. Pueden llegar a ser demasiado sensibles a la crítica, y muchas veces pueden sentirse indefensas y vulnerables, incluso cuando están con personas que sinceramente se preocupan por ellas. Desafortunadamente, algunas de ellas también pueden expresar el rechazo que sienten por sí mismas a través de la cólera y una intolerancia creciente sobre lo que otras personas tienen que decirle a ellas.
Otros indicadores de baja autoestima pueden incluir formas de perfeccionismo obsesivo. Las personas que sufren de esta forma de baja autoestima tienden a imponer normas imposibles sobre sí mismos, y por lo tanto fomentan más sentimientos de profundo rechazo ya que no son capaces de alcanzar esas expectativas. También pueden estar demasiado dispuestas a complacer a otros a expensas de ellas mismas. Esto es así generalmente porque todas las afirmaciones/aprobaciones que reciben de otras personas se convierten en maneras en que ellas puedan verse, al menos momentáneamente, como dignas de respeto y amor.
Por desgracia, sin ese gesto de aprobación de otras personas, volverán a expresar sus sentimientos de falta de valía.
Si tienes una baja autoestima tienes que saber que nadie, excepto tú mismo, puede ‘hacerte sentir mal’ con respecto a ti mismo; sentirte bien con la persona que eres es una elección que puedes hacer y un profundo compromiso contigo mismo. Es posible sanar la relación más íntima. Es cuestión de querer asumir esa responsabilidad… Zig Ziglar, uno de escritores motivacionales más reconocidos actualmente, dijo «La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces acerca de lo que te dices a ti mismo.»
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SOBRE LA AUTORA: Marisa Lía Pascal publica su newsletter mensual sobre Coaching & Autoestima, enfocado en enseñar a las personas a recrear la relación más significativa de toda su vida: la que tienen consigo mismas.
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