Ayudando a Personas Orientadas al Crecimiento Personal a Conectarse con su Ser Auténtico
Mi nombre es Marisa Lia Pascal. Soy coach y consultora holística.
Toda mi vida ha sido sobre el cambio personal, el crecimiento y la transformación. Recuerdo estar en el altillo de mi casa siendo una adolescente, escribiendo maravillosas «cartas al futuro» y escribiendo poesías con un sentido espiritual. Era muy buena estudiante en la secundaria, pero no tenía idea sobre lo que realmente quería hacer como mi profesión. Me crié en un pueblo del interior de la provincia de Buenos Aires, y a los pocos meses de terminar mi secundaria, me vine a la «gran ciudad», Buenos Aires, dispuesta a trabajar y probablemente a estudiar. Deambulé por trabajos varios que tenían que ver con ventas o con administración, y así llegué a trabajar en una famosa fábrica de calzado de cuero donde estaba encargada del área de importación y exportación. Ese trabajo me gustaba mucho, así que pensé que podía estudiar Despachante de Aduana. Pero cuando compartí esta idea con mi jefa en ese momento, automáticamente me sugirió que estudiara la carrera de Contador Público, porque según ella era más conveniente para mi y se «parecía a Despachante de Aduana» (…) Bueno, me inscribí en la carrera de Contadora Pública.
Mi decisión fue tomada desde querer ganar una posición en mi trabajo y ganar la aprobación de otras personas, desde el miedo de perder un trabajo o de no ganar suficiente dinero. Estudié la carrera de Contador Público durante un año, aprobé todas las materias, y no hubo una sola fibra de mi que gustara de eso. Nada. Pensé entonces que si iba a hacer el esfuerzo de estudiar y trabajar al mismo tiempo, debía estudiar algo que realmente me gustara bastante… lo suficiente como para conseguir un trabajo, hacerlo bien, disfrutar y lograr cierto reconocimiento. Me inscribí en el Profesorado en Geografía. Me había inspirado, como suele ocurrir a quienes estudian profesorado, mi profesora de Geografía de tercer año del secundario, que además, se llamaba como yo: Marisa. Yo estudiaba por las noches mientras trabajaba en la oficina durante todo el día y pagaba el alquiler de un pequeño departamento. Las cosas estaban bastante bien. Pero yo realmente no tenía idea de mi valor intrínsico—simplemente estaba buscándolo externamente a través de la aprobación de otros. Sentía que si conseguía un título como profesora iba a ser reconocida y respetada por eso.
Terminé mi carrera y trabajé como profesora en Geografía. Cuando estaba mediando la carrera, tomé la decisión de comprarme un departamento. Yo llevaba 7 años alquilando y se me ocurrió la idea de tener mi propia casa! Tenía unos 25 años… pedí un crédito a pagar en 10 años, y me lo otorgaron, con una de las tasas de interés más bajas de la historia: 8% anual , cuotas fijas en pesos (sí, suena irreal, pero fue así). Tenía un novio con el cual compartí 9 años de mi vida. Estaba estudiando. Era bien considerada en mi trabajo. Todo prolijito, verdad? Disfruté mucho del profesorado y conocí a personas maravillosas, algunos de los cuales fueron buenos amigos, y trabajé como profesora aún antes de recibir mi título. Pero ocurrió algo totalmente imprevisto. Cuando cursaba el tercer año del profesorado mi padre falleció repentinamente de una enfermedad misteriosa. Mi papá, mi pilar fundamental en la vida, se internó en el hospital un sábado al mediodía y 24 horas más tarde, fallecía… y yo, sencillamente, me derrumbé. Internamente estaba depresiva, enojada con Dios, con la vida, y angustiada. Externamente me «llevaba» a todas partes. Mi vida, que parecía tan linda y exitosa, no tenía brillo ni sentido. Empecé a buscar respuestas en libros de autoayuda. Asistí a charlas de mujeres con Silvia Freire. Leí mi primer libro de Louise Hay, «Usted Puede Sanar su Vida», y comencé a explorar mi espiritualidad. También comencé a practicar Ayurveda de la mano de Deepak Chopra. Al mismo tiempo, comencé a sentirme distanciada de mi pareja y al cabo de unos meses me fui de mi casa, de ese departamento que había adquirido con tanta alegría – y me fui a vivir a la Capital Federal. Me llevó 3 años recuperarme de la muerte de mi padre. También en esa época empecé a tomar sesiones por primera vez con una psicóloga. Lo que sabía, era que no era feliz. Aún cuando podía decir que había logrado muchas cosas.
A medida que escribo esto me doy cuenta de que yo estaba buscando la clase de respuestas que ofrezco a mis clientes ahora–herramientas holísticas para sanarme— aquellas que tienen en cuenta la Mente, el Cuerpo y el Espíritu. Las sesiones con mi terapeuta me ayudaron un poco, pero hubo algo mucho más atractivo y misterioso para mi. Descubrí una Escuela de Filosofía basada en el Cuarto Camino, inspirada en las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky. Esa escuela tiene centros en todo el mundo y yo ingresé en Buenos Aires a fines del año 1999. Una escuela con sede central en California donde yo podía ser quién era, expresar mi individualidad, explorar mi espiritualidad y pertenecer a un grupo de personas de todo el mundo que buscaban lo mismo con todo su ser: conocerse a si mismos y estar presentes. Bien, a los 32 años dejé mi trabajo bien remunerado en un prestigioso estudio de abogados, vendí todas mis cosas, dejé a mi pareja, para irme a vivir en Estados Unidos por un plazo indeterminado. Eso duró 1 año, de los cuales 3 meses pasé en Monterrey, México. Mi experiencia en esa Escuela fue un antes y un después en mi vida, sin ninguna duda. En 2001 me estaba mudando a vivir en Madrid, España, donde me casé y tuve un hijo. Viví en España 5 años al cabo de los cuales me divorcié.
Yo necesitaba encontrar nuevamente el rumbo después de vivir el año más difícil de toda mi vida. Recién divorciada, con muchísimo dolor, volví a vivir en Argentina, pero ahora, con una maleta, poco dinero, y un hijo de 2 años y medio. Siempre, mi sentido de la orientación – por así llamarlo- fue mi conexión Espiritual, el creer en algo más alto que yo misma, y que todo ocurre por alguna razón. Volví a buscar respuestas en los mismos recursos de antes.
Organicé la formación Louise Hay Teacher Training por primera vez en Argentina. Y además de recibir mi certificación como facilitadora, me estaba creando un trabajo como organizadora de eventos. Creé esta página, Reinventate.com.ar 😉 Al año siguiente organicé en Buenos Aires un taller de Conexión Interior (Inner Bonding), basado en las enseñanzas de Margaret Paul e impartido por Maria Rosa Casanovas. En esos años trabajaba desde casa para poder estar con mi hijo, así que también vendía ropa, me hice distribuidora de Herbalife, trabajé como asistente virtual y trabajé para el buscador de Google. Mientras tanto, yo permanecí unos 15 años en esa misma escuela del Cuarto Camino y un buen día, por razones personales, quise dejarla. Yo sabía que iba a estar bien. Sabía en mi corazón que mi propósito era desde hace mucho tiempo mi gran pasión por el crecimiento personal y la transformación. Pero, como muchos de mis clientes, me alejé de mi verdadero deseo debido a mis propios miedos y las expectativas de otras personas sobre mi futuro (todos hemos recibido el legado del miedo y creencias falsas desde nuestra familia y de la propia cultura). Me llevó un montón de tiempo e indagación personal tener claridad de que tenía que perseguir mi pasión–aunque hubiera invertido tanto tiempo y dinero enfocándome en tantas otras cosas que me alejaban de lo que verdaderamente deseaba hacer.
Comencé a estudiar coaching. Después de formarme como facilitadora en el método de Louise Hay, me di cuenta de que me faltaban herramientas para profundizar con mis clientes en mi práctica individual, y comencé a estudiar coaching; en Argentina primero, y luego me inscribí en otras carreras de coaching alrededor del mundo, y comencé a estudiar en inglés. El estudiar en diferentes escuelas y conocer diferentes enfoques me hizo distinguir y valorar lo que realmente me resultaba útil, genuino, profundo, aquellas herramientas que cuando son aplicadas pueden realmente lograr una transformación, para mi y para mis clientes. Impartí clases online en base a todo lo que estaba aprendiendo, y también ofrecí charlas en exposiciones holísticas en la zona Oeste del Gran Buenos Aires, y en la Exposición Caminos de Crecimiento en el Jardín Japonés. El anuncio con mis servicios salía en la Revista Uno Mismo, que se distribuía en todo el país, y tenía el auspicio de la Editorial Urano!!! Guau! 🙂
Pero yo no tenía la seguridad de un salario todos los meses y entonces conseguí un empleo a tiempo parcial. Mi hijo ya empezaba la escuela primaria y yo tenía apoyo de una señora amorosa que lo cuidaba algunas horas mientras yo no estaba en casa. Fue una época de exploración y aprendizaje, pero también de desafíos como madre soltera. Mi trabajo parcial como secretaria en una dependencia del gobierno local, comenzó a consumirme más tiempo y un mayor compromiso.
Mi trabajo en la oficina y una gran cantidad de estrés me enfermaron. Siempre he sido bastante saludable pero empecé a experimentar síntomas desconocidos para mi y al cabo de una serie de estudios clínicos, fui diagnosticada con una combinación de ataque de pánico/depresión/ansiedad. Busqué ayuda terapeútica y mi diagnóstico fue definitivamente un cuadro depresivo. Mi trabajo en una oficina de rendición de cuentas del ámbito del gobierno se había convertido en una gran fuente de estrés, con la responsabilidad de un trabajo que puso a prueba mis valores personales. Esa contradicción entre lo que yo creo en mi fuero interno y mi trabajo, me enfermó. Mi enfermedad me obligó a poner en una larga pausa mi trabajo como coach. Me volqué totalmente a recuperar mi salud, física, mental, espiritual. Aún así, estudié la carrera de Coach en Salud en HCI – Health Coach Institute, y ofrecí sesiones individuales a algunos clientes exclusivos.
Ser Condicional Versus Ser Auténtico: Si bien yo me he capacitado con coaches reconocidos internacionalmente, como Kendall SummerHawk, Carey Peters y Stacey Morgenstern, e impartí cursos sobre marketing, dinero y salud, al igual que mis queridos clientes, siempre, siempre, ellos acudieron a mi buscando una solución a otros problemas que necesitaban resolver con más urgencia: temas emocionales, una baja autoestima, problemas de relaciones, inseguridad, falta de auto-confianza, confusión acerca de su situación vital y sobre su futuro, angustia, en definitiva, una vida abrumadora y sin brillo. Durante mi viaje de sanación, encontré que, el estar desconectados de nuestra espiritualidad, los problemas en las relaciones, el querer amarnos a nosotros mismos y no saber cómo hacerlo, el ser personas especialmente sensibles y no saber qué hacer con eso, el sentirnos incomprendidos, aislados, sentir depresión, angustia, ansiedad, confusión y falta de confianza en nosotros mismos, todo eso tiene que ver con el estar viviendo desde nuestro Ser Condicional-ego, en lugar de vivir alineados con nuestro Ser Auténtico, quienes realmente somos. Entonces tomé una GRAN decisión: viajé nuevamente a Estados Unidos, para certificarme como Coach Holística de la mano de Shelley Riutta, y con esa acción, dejé de postergar un sueño anhelado por años. Mi viaje y mi entrenamiento es una gran transformación para mi, porque soy alguien que aplica en su vida lo que enseña a sus clientes. No puedo expresar aquí todo lo que significa para mi poder contar con estas herramientas…
También descubrí la técnica llamada Breathwork o Respiración Plena. Aprendí que cuando vivimos eventos estresantes siendo niños o adultos, para evitar sentir los sentimientos de dolor, nosotros contenemos nuestra respiración. A través de un proceso llamado Breathwork, nos reconectamos con nuestra respiración natural plena y al hacer esto nos reconectamos con los sentimientos viejos y reprimidos. Al liberar estos viejos sentimientos y al liberar las creencias falsas que provienen de esas experiencias, podemos ser libres para vivir más en el presente.
Breathwork es un proceso poderoso y me ayuda a liberar un montón de sentimientos estancados y a sentirme más libre. He sido buena para hablar de mis sentimientos, pero no tan buena para sentirlos y expresarlos de verdad. La Respiración Plena me ayuda a reconectarme más con mi Ser Auténtico al reconectarme con mis sentimientos. Actualmente practico Breathwork diariamente.
Terminé reconectándome con un proceso holístico basado en Inner Bonding (Conexión Interior). Me encanta la forma en que la Conexión Interior integra lo mejor de las técnicas de counseling y el poder transformador de conectarnos con nuestra propia Guía Espiritual. Uno de los conceptos fundamentales de la Conexión Interior es desarrollar un Adulto Responsable Amoroso en un nivel interno que puede atender los aspectos heridos del adulto/niño –los miedos y las conductas protectoras que fueron aprendidas en la infancia. A medida que estas conductas protectoras y creencias son atendidas y sanadas—El Ser Auténtico es más libre de ser y expresarse a sí mismo. El Adulto Amoroso también actúa sobre los sueños y deseos del Auténtico Ser, lo que ayuda a la persona a moverse dentro de un estado de Alegría y auto-expresión creativa.
Mis clientes necesitan ayuda adicional para pasar a un estado vibracional más elevado, de alegría, satisfacción y placer. Muchos de mis clientes están luchando en el área de las relaciones, sintiéndose desconectados, angustiados, solos… muchos de ellos son personas especialmente sensibles y emocionalmente dependientes. Están desconectados de sus necesidades emocionales y no sostienen límites emocionales saludables o éstos son muy débiles. Sienten un gran dolor y no saben cómo superar esos problemas que los agobian sin ayuda profesional. Están acostumbrados a permanecer en un estado de vibraciones bajas, estando siempre preocupados, con miedo, enojo y tristeza. Así que para ellos, pasar a un estado más alto de alegría, paz y placer—se siente incómodo y antinatural. He buscado e implementado yo misma técnicas que rápidamente producen un cambio hacia un estado vibracional más alto. Me encanta trabajar con estas técnicas y empezar a compartirlas con mis clientes.
Éste es para mí un proceso de permanente evolución, desarrollando nuevas presentaciones y talleres. Mi enfoque es ayudar a las personas a conectarse con un estado emocional positivo de Alegría, Satisfacción, Dicha y Placer. Estos son los estados naturales del Ser Auténtico—entonces al experimentar esos estados estamos en la parte más verdadera de nosotros mismos, quién realmente somos. Cuando estamos en esos estados conseguimos vislumbres de nuestro camino de vida y nuestro propósito en este planeta. Cuando nos movemos en sintonía con nuestro propósito y damos pasos en esa dirección, sentimos una dulce alegría que está más allá de lo que hayamos sentido antes. Yo estoy experimentado esto y quiero lo mismo para mis clientes. Merece mucho la pena el esfuerzo, el tiempo y la energía para llegar hasta ahí. ¡Te deseo esa alegría a vos!