La mayoría de las mamás emprendedoras comienzan sus negocios para tener una carrera que sea lo suficientemente flexible como para tener una vida familiar significativa. Renunciamos a un trabajo de tiempo completo de 9 a 5 pero a veces terminamos sintiéndonos culpables. Esta puede ser una lucha diaria. Cuando estás trabajando, sientes que tendrías que estar pasando tiempo con tus hijos. Cuando estás con tus hijos, estás preocupada por tu trabajo.
Renunciar a la culpa no es algo tan fácil de hacer. Si viajas en avión, te dicen: “Ponte el oxígeno tú primero. Luego ocúpate de tus hijos.” Necesitas estar entera y saludable para cuidar completamente a tus hijos, tu negocio, tu pareja, tu hogar, etc. Saber y aceptar esto deja marchar algo de ese sentimiento de culpa.
Aquí hay tres tips prácticos de cuidado personal que me han ayudado a dejar de lado la culpa.
Primero, invierte en ti misma.
Esto puede involucrar cada aspecto de tu vida, desde tu salud hasta tu espiritualidad hasta tu bienestar emocional. Puedes pensar que estás hacienda cosas que no tienen nada que ver con tu negocio, pero verás los frutos en el resultado final cuando te cuidas a ti misma.
Invertir en ti misma puede significar muchas cosas. Puede ser tomar clases, formar parte de un grupo (como el que yo estoy participando en este momento), leer un libro que te inspire en la mañana cuando te despiertas y cosas así. Esto es enorme… nuestro crecimiento personal nos apoya como mujeres y como empresarias. |
Segundo, sal de la casa o de la oficina.
Muchas mujeres con un negocio desde casa permanecen en la casa. Necesitamos cambiar de entorno, incluso si es solamente para ir a la cafetería del pueblo o a caminar. Escuché esto antes, y sé que es verdad para mi, «No tenemos realmente ideas brillantes sentados frente a la computadora.» Las ideas nos llegan cuando estamos por ahí, nuestra creatividad fluye cuando estamos fuera, no cuando estamos anclados en nuestra oficina.
Cuando estoy cansada y sobrecargada de trabajo, mi hijo lo siente: “el horno no está para bollos”. A todas nos ha pasado eso alguna vez. Es importante reconocer que cuando una mujer se cuida, todo el mundo se beneficia. Puede ser algo tan simple como tomar una clase de yoga, ir a la pedicura o tomar un café con un amigo.
Tomarte un descanso no solamente te alimenta y te recarga a ti, sino que también te ayuda a estar en la mejor versión de ti misma. Por lo tanto, haces un impacto más significativo y eres un mejor apoyo para todos los que te rodean.
Tercero, pégate a una agenda.
Un truco que uso y que recomiendo a otros es mirar tu semana como un todo. Determina cuántas horas quieres dedicar para ti misma, ya sea temprano por la mañana, al mediodía o cuando te sea posible. Bloquea ese tiempo y márcalo en tu agenda. Reserva otras citas alrededor de ese tiempo.
Si alguien te pregunta, «¿Estás libre a esta hora?» tu respuesta es «No, tengo una cita.» No necesitan saber que es para una clase de gimnasia. Es tu cita para cuidarte a ti misma.
Una de las cosas que hago es usar las primeras horas de la tarde como un tiempo para mi. A veces es simplemente leer un material que me gusta, a veces es dormir una siesta. Hago algo que me ayuda a sentirme bien físicamente antes de la rutina de la tarde y de preparar la cena. Es un tiempo relajado donde mi hijo también está tranquilo y no tengo que pensar en “la siguiente cosa para hacer”. Después cuando él hace la tarea de la escuela, yo contesto mis emails y avanzo con temas de mi negocio.
Si no me cuido, lo que sucede es que todo se desmorona y la culpa vuelve a surgir. Algo mágico pasa cuando sabes que estás siendo honesta contigo y mantienes tus citas de cuidado personal: comienzas a enviarte un mensaje muy importante de que tú crees en ti misma. Cuando crees en ti misma (y estás tomando acciones para demostrarlo) tus hijos lo sienten, igual que tus socios de negocios y tus clientes. |
Las recompensas del cuidado personal
Muchas madres emprendedoras se sienten culpables cuando piensan en ponerse a sí mismas primero y de este modo sus necesidades son muchas veces puestas en un segundo plano. Este razonamiento no te ayuda a lograr tus objetivos. No puedes permitirte NO cuidarte a ti misma. En lugar de sentirte culpable, reconoce que con tu cuidado personal todo el mundo en tu negocio y en tu vida personal se beneficia junto contigo.
Cuando he descansado bien y me he cuidado, puedo dar lo mejor de mi misma – especialmente a mi hijo. Él lo siente y lo sabe. Es muy importante modelar las conductas que queremos ver en nuestros hijos. Necesitan experimentar que el cuidado personal es valioso.
La culpa es un sentimiento y una actitud. Transforma ese sentimiento en gratitud por tener la oportunidad de crear un negocio estimulante, desafiante, y de llevar adelante una familia feliz. Quizás sentimos culpa por tomarnos tiempo para renovar nuestro propio espíritu, pero cuando lo hacemos tenemos una energía completamente nueva para el mundo.