
Hace un tiempo atrás, la suma de algunos pequeños eventos que estaban ocurriendo en mi vida me hizo tomar la decisión de enfocar mi energía en resolver temas que no estaban funcionando bien, y eso me mantuvo lejos de mi trabajo en Reinvéntate. Durante ese tiempo, reduje al mínimo las actividades y mantuve sólo las sesiones privadas con mis clientes.
Simplemente, todo se volvió demasiado. Para mi, ser exitosa significa vivir alineada con mis valores personales. ¿De qué sirve tener resultados económicos y tener un montón de clientes si estás súper estresada, agotada, enferma o refunfuñando? Ok, convengamos que está lleno de empresarios exitosos -y estresados, y simplemente, no es interesante para mi en absoluto.
Anthony Robbins lo dice así: «Success without fulfillment is the ultimate failure» – «el éxito sin la realización personal es el mayor fracaso». ¿Y qué es la realización personal si no vivir alineados con aquellas cosas que son verdaderamente importantes para nosotros?
Necesitaba poner las cosas en orden, encontrar nuevamente armonía y balance en mi vida. Y como me escucharás decir muchas veces, todo lo que ganas en desarrollo personal vuelve reflejado a tu negocio, a tu vida profesional.
Algunas mujeres que están trabajando fuera de casa, sostienen su hogar económicamente y a su vez están iniciando su práctica como profesionales independientes. Si tienes hijos en edad escolar, no tengo que contarte la cantidad de cosas que requieren tu atención: los problemas de violencia en la escuela, las tareas, las reuniones de padres, llevarlos a las actividades extra-escolares, fiestas de cumpleaños, etc, se agregan a una larga lista de cosas para hacer cada día.¿No es de locos?
Obviamente, la razón principal por la cual muchas mamás mantienen un trabajo fuera de casa mientras están iniciando su negocio de terapias, de consultoría o de coaching, es porque su familia necesita esos ingresos para cubrir los gastos regulares de manutención, gastos que tienen que estar cubiertos sin excusas, punto.
Algunas de nosotras llevamos un nivel de actividad que puede llegar a ser realmente muy estresante. El estrés, en el mediano-largo plazo se traduce en falta de salud (en todos los sentidos) y de energía, y necesitamos -¡y queremos! estar con buena energía y muy saludables.
¿Qué hacer entonces? Indudablemente, no somos súper mujeres y necesitamos ayuda, contención, apoyo. A veces no contamos con eso… Y muchas de nosotras podemos pensar que no podemos contratar ninguna ayuda en absoluto.
Ahora, no estoy poniendo en duda que muchas de nosotras necesitamos encargarnos de tantas cosas como lo hacemos – ¡yo soy una de ellas!
De todas maneras, tenemos que ser capaces de reconocer cuál es nuestra ventana de tolerancia al estrés, y ser capaces de parar la rueda para hacer los ajustes necesarios.
Cuando miras todas las cosas que haz tomado a tu cargo, y lo comparas con cuánto te costaría contratar ayuda externa para hacer una o dos tareas, puedes darte cuenta rápidamente de que esa cantidad de dinero es una inversión que merece muchísimo la pena para sentirte apoyada, con más energía, saludable, contenida, tranquila, en definitiva: libre de estrés.
Entonces, ¿qué puedes delegar, por pequeño que sea? Aquí hay algunas ideas:
- Lavar o Planchar. Hace unos meses comencé a llevar la ropa a un lavadero. En mi caso, casi toda la ropa que usamos en casa no requiere prácticamente planchado, pero hay algunos lavaderos de ropa que ofrecen el servicio de planchado. También puedes contratar ayuda por horas para hacer esta tarea una vez por semana. Conseguirás tener tu ropa siempre lista y mucho más rápido de lo que lo harías por tu cuenta!
- Limpieza. Hay algunas empresas que pueden ofrecerte ayuda puntual para una limpieza profunda en la casa, si no quieres contratarla regularmente. Piensa ¿cuánto alivio sentirías al saber que lo más pesado está cubierto una vez por mes? – o quizás puedes pedir el servicio una vez cada 15 días. No tienes que tener este servicio cada semana si no lo deseas.
- Pide ayuda a otros miembros de la familia. Ellos pueden ayudarte a limpiar, organizar, sacar la basura, hacer la compra, alimentar a las mascotas o lo que sea que haga falta. Pide ayuda a familiares o amigos para tener la casa en condiciones o para tomar un descanso. Involucra a tus hijos también en actividades como poner la ropa a lavar o tender las camas.
- Cajas útiles. Cuando mi hijo era un bebé toda la casa parecía continuamente desordenada, y no tenía el tiempo ni la energía para mantener mis stándares de limpieza y orden. Así que conseguí una caja grande y fuerte, y recorría la casa poniendo dentro de la caja todo lo que estaba fuera de lugar. si al día siguiente necesitaba algo, iba a la caja en el lavadero. En pocos minutos lograba ordenar y había un lugar donde ponerlo todo junto. Esto funciona bien si tienes hijos pequeños.
Si son más grandes, mi mejor consejo es que les enseñes a colaborar y a ser independientes con sus cosas. Quizás estás diciendo «Pero me da más trabajo enseñarles que hacerlo yo misma, y lo hago más rápido». Y es verdad. Pero el tiempo que uses en enseñar hoy a tus hijos a valerse por sí mismos y a resolver pequeños problemas cotidianos es un tiempo que vale oro para su educación, y pronto verás que cuentas con un montón de ayuda. A los chicos les encanta cuando los adultos confían en que pueden hacer las cosas «ellos solos» 🙂
- Contrata una persona para ciertos trabajos. En algunos casos, tus amigos y tu familia no están disponibles para ayudarte, así que vence la resistencia de contratar a alquien para ayudarte. Yo necesito a alguien para cuidar a mi hijo mientras estoy aún en la oficina.
Las maneras en que esa persona me ayuda son muchas e invaluables: retira a mi hijo de la escuela (junto a su hijo de 7 años que es compañero de clase de mi hijo y uno de sus mejores amigos), los lleva a mi casa, prepara el almuerzo mientras ellos juegan, luego almuerzan juntos, limpia y ordena, hacen juntos la tarea de la escuela y finalmente van a la plaza o juegan tranquilamente en casa. Todo eso en tres horas cada día.Y eso no es todo: ¡cuando llego a casa me espera una rica comida casera y la mesa puesta! ¿Imaginas el alivio que es para mi contar con esta clase de ayuda y con una persona de confianza para cuidar a mi hijo?
- Organiza las compras del supermercado – algunos supermercados te permiten hacer la compra online. También puedes dejar una lista y hacer que te lo envíen a tu casa por un costo muy bajo. Yo muchas veces dejo la lista de la compra semanal de frutas y verduras, que para nosotros es la compra principal, para que me lo entreguen -gratis, en casa.
- Aprovecha mejor los tiempos en que tus hijos hacen alguna actividad extra. Hace dos meses mi hijo empezó a ir a natación, dos veces por semana. Yo tengo que llevarlo y esperarlo allí durante la hora de clase, porque no me da tiempo de volver a casa. Al principio me llevaba un libro para leer y me tomaba un café en el bar. Pero pensé, ¿qué actividad me gustaría hacer en este mismo horario que sea un «tiempo para mi»? Así que busqué cosas para hacer en el barrio y esta semana, por ejemplo, ya tengo reservado un masaje descontracturante de media hora en un centro de estética cercano ¡nada mal! ¿verdad? Otra opción que es muy saludable y es gratis, es hacer una caminata de una hora en el parque, dentro de las mismas instalaciones del club.
Ya sabes… Es mejor invertir un poco de dinero para contratar ayuda que terminar exhausta, agobiada o enferma. El costo puede ser bajo si utilizas estos servicios una vez cada tanto en lugar de a tiempo completo.
Mi sugerencia para ti es que identifiques un área en tu vida en la que podrías contratar ayuda, por pequeña que sea. Liberarte de esa responsabilidad tendrá un enorme impacto en cómo te estás sintiendo, reducirá tu estrés y conseguirás hacer más. ¿Qué más se puede pedir?
Muy util para mamás jovenes,me encanto lo de la caja grande.LO voy a poner en practica.
Actualmente es muy caro el costo laboral de tener una asistente en regla,en mi local de decoraciones.
Debo encontrar una solucion.Para descomprimir mis obligaciones.
Gracias Susana
Hola Marisa que gusto volver a leer tus opiniones, es gratificante.
Desde hace ya un tiempo me encuentro enfrascada en una rutina y en un exceso de trabajo
que ya está cobrandome la factura mi cuerpo, las enfermedades empiezan a aparecer y es
cuando dices que he hecho? cómo fue que me olvidé de atenderme?
Las actividades de la casa, mis hijos, mi esposo, me absorven tanto que no invierto tiempo
en mi, ya había olvidado que los amigos y conocidos hacen tanto bien.
En mi trabajo me exprimen lo más que pueden, termino una encomienda y antes de terminarla
ya me pasaron otra, en temporadas trabajamos 10 ò 12 horas diarias y en ocasiones los fines de semana también, lo peor es que los jefes nos hacen sentir que es normal este ritmo de trabajo, y peor aún es que nos la creemos….
Estoy haciendo un alto, he decidido iniciar my propia empresa de consultoria (que es mi trabajo actual, soy contador público y auditor), y en casa tomaré tu consejo de pedir ayuda
en el lavado y planchado de ropa que es lo que más me cansa y menos me gusta hacer.
Cuanta falta hace que las mujeres nos valoremos más, nos apoyemos entre nosotras y utilicemos la inteligencia que Dios no ha dado para hacer un mejor lugar para vivir en nuestra
casa, el trabajo y en la sociedad en general.
Desde México te envío un abrazo y agradezco el estar en contacto, siempre se aprende algo de las demás personas. gracias
Qué buen artículo Marisa!
Aprender a delegar en lo que nos parecen «pequeñas» cosas es fundamental para preservar nuestra salud mental. No podemos funcionar bien (ni para nosotras, ni para nuestros hijos ni para nuestra pareja) si nuestra cabeza no funciona bien, y el delegar estas tareas contribuye muchísimo a que nuestra vida funcione mejor.
¡Hola Clau! qué bueno que te haya gustado el artículo… y sí, la verdad es que hay muchas mujeres ayudando a otros (terapeutas, profesionales de auto-ayuda, consultores y coaches), que no se están cuidando a sí mismas o no lo convierten en una prioridad… cuidar a otros pero no cuidar de sí mismas, o ser exitosas a cualquier precio (léase la propia salud mental y física). A la larga el estrés pasa factura, y la solución suele ser mucho más cara que darse cuenta, delegar, corregir sobre la marcha y no enloquecer! Un beso y gracias por tu comentario.
¡Hola Susana! Ahh… qué satisfacción volver a estar en contacto con todas ustedes! ¡Gracias! Ese consejo de la caja es excelente, a mi me resolvía las cosas en dos minutos. En un pis-pas lo veía de nuevo todo lindo, jajajaja. Es un buen truco que sigo usando ahora aunque mi hijo ya está más grande, por ejemplo con sus juguetes. Susana, siempre hay algo que podemos dejar ir, que podemos delegar a alguien más, por pequeño que sea representará una liberación, ya verás. Un beso,
Para mi también es un placer estar en contacto de nuevo, qué bueno…
Es indudable que todos los que vivimos en esta época de tanta vorágine, tantas presiones, llevamos un ritmo muy intenso. Pero cómo bien dices, cuando el cuerpo pasa factura decimos ¿cómo dejé que esto llegara hasta aquí?, y a veces es cuando la única opción que queda es tomar medidas drásticas. Por eso, antes de llegar a ese lugar, es mejor preguntarnos con frecuencia si estamos yendo en la dirección que queremos, en todos los aspectos.
Muchas empresas lamentablemente tratan a las personas como si sólo vivieran para trabajar; conozco gerentes de empresas muy importantes que no tienen tiempo para hablar con sus hijos o para estar con su familia un fin de semana, y personas que viven atadas permanentemente a un black-berry por trabajo, es decir, 24 horas de disponibilidad laboral… ¿puede haber un sentido de satisfacción en eso? No para mi.
Ganar dinero tiene que estar entre tus prioridades, porque nuestra vida funciona CON dinero, pero también los valores que atesoramos en nuestro corazón. La vida es una y es AHORA. Es un tema para seguir conversando, pero hay que darse cuenta y actuar a tiempo; por ejemplo, yo ya no podría estar en un trabajo donde «me expriman», ¡mi vida vale muchísimo más que eso, y la tuya también Sara! A buscar alternativas, seguro que hay algo mucho mejor que te está esperando. Me conmovió tu comentario. Gracias, un abrazo fuerte.
Gracias por este articulo, cuando lo vi en mi correo no lo podia creer precisamente es un tema que me ha venido tocando ultimamente. No existen la casualidades sino las causualidades y este es un ejemplo perfecto. Inclusive tuve un inconveniete ayer con mi esposo porque el quiere que contratemos a alguien que me aliviane un poco la carga laboral o maternal o hogareña y que tenga mas tiempo para compartir con mi hija pequeña. y aunque yo trato de cumplir en todo lo que me he propuesto, como el me decia no tengo poderes especiales para dividirme en cuatro, yo lo hago porque creo que ahorramos mas, pero en verdad la salud no tiene precio. Este correo dio en el punto. Nuevamente gracias.
HOLA MARISA COMO ESTAS.. GRACIAS POR VOLVER A ESCRIBIRNOS. ES INCREIBLE PERO ME SIENTO TOTALMENTE IDENTIFICADA CON TODO LO QUE NOS DECIS. VOS SABES MUY BIEN QUE ESTOY SOLA CON CUATRO HIJOS CHICOS Y SIEMPRE NECESITO UNA GUIA Y NUEVAS POSIBILIDADES QUE ME ABRAN LA MIRADA Y ME APORTEN SOLUCIONES.
SOS UNA SER CON MUCHA LUZ Y MUCHA EMPATIA… DIFICIL DE ENCONTRAR BESOS¡¡¡¡¡¡
MARTA
Estimada María:
Buenos días, muy de acuerdo contigo, a veces trabajamos en otra ciudad, cercana a nuestro lugar de residencia y llegar el fin de semana, uno desea comida casera y ver un poco de orden en la casa.
Leyéndote pensé en que no soy la única, referente a ir al mercado, intento hacerlo agradable, ya que lo realizo cada domingo, pero al final me digo ¨no pasa nada¨, me invento cocinar algo sabroso para mi hija y para mi o busco una nu3eva receta por internet, para probar algo novedoso.
Y ha sido un gusto leerte.
Recibe un cordial saludo.
Edith.
Buen dia Marisa,
Me gusto muchisiisimo tu articulo! lo aplicare con mis niños para que se disciplinen mas en sus tareas del hogar: como levantar cama, tirar basuras y dar alimento al perrito «Shubi Wasabi». Volvere a organizar los horarios para alcanzar a llegar a casa mas temprano y los niños tengan tiempo de colaborar dentro de ella.
Saludos 🙂
Muy buen artículo, Marisa. Yo no tengo niños, pero me parecen tips muy útiles para tener ordenada la casa, aún cuando una está ocupada en muchas actividades.
Muchas mujeres creen -y se equivocan- que la ayuda por parte del marido y los hijos es un «favor»y no una responsabilidad compartida. Inconsciemente, todavía pesan algunos mandatos sobre las «deberes» de la mujer. Es obvio que no creo en ellos, pero durante años actué de acuerdo con esos mandatos.
Hola Diana! qué bueno, todo llega cuando lo necesitamos. Qué importante que tu esposo te aliente para buscar ayuda, hazle caso! hazte a ti misma ese regalo. Un abrazo,
Excelente Edith! qué buen hábito ese de buscar recetas diferentes y cocinar algo sabroso los fines de semana. Hay que regalarse esos momentos especiales con las personas que uno ama. Romper la rutina, otra clave. Gracias por compartir. Un abrazo
Pues sí! aprovecha que a los niños les encanta ayudar cuando les encomiendas cosas para hacer ellos solos. Para criar adultos responsables y capaces de valerse por sí mismos necesitamos enseñarles desde niños a resolver «problemas» cotidianos, por supuesto de acuerdo con su edad. Yo a veces cuando voy a hacer la compra con mi hijo, le digo «hoy vos hacés la compra», entonces tiene que prestar atención a las marcas, los precios, los productos que necesitamos de verdad, y ver si le alcanza con el dinero que le doy para pagar (tiene 7 años y medio). Hace poco compró él solito milanesas (escalopes) y también los cocinó, conmigo al lado por supuesto por seguridad. Y él está orgulloso de eso, le contó a todo el mundo. Le gusta cocinar y a veces me dice «hoy cocino yo». ¿No es genial? Gracias por leerme, un abrazo grande.
Y si, es así como dices Patricia, muchas mujeres hemos crecido con esos mandatos. Yo no tuve en ese sentido una presión muy grande en mi casa, y siempre, siempre, pedí a mis parejas compartir las responsabilidades. Es justo, si ambos trabajan fuera, que ambos tengan a cargo el cuidado de los hijos y de la casa. Es curioso sin embargo ver, como muchas mamás no dejan que sus hijos varones colaboren… creo que es un error. Yo sinceramente, educo a mi hijo pensando que es «un futuro marido». Nosotras somos las que educamos a los hijos y después nos quejamos de que los hombres no colaboren en la casa. Esos chicos en unos años se irán de casa para vivir solos o para formar pareja, y como sea, tienen que ser responsables por si mismos. Creo que cada vez son menos las mujeres que están dispuestas a ser la mujer orquesta mientras el marido tranquilamente mira el partido de fútbol, especialmente si ambos trabajan fuera. Ufff, ¡¡¡qué tema!!! jajajaja para otro artículo… Un abrazo.
Hola querida Marta! sos un ejemplo y sabés que te admiro, tenés una fuerza enorme. Lo estás haciendo muy bien. Necesitamos dejar de ser duras con nosotras mismas, ser buenas, buenas y amables con nosotras mismas… Reconocer lo que estamos haciendo que es inmenso, Marta, ¡in-men-so! Criar sola a 4 hijos y sostener un hogar sin el aporte económico del padre… sin palabras. Tienes todo mi apoyo. Un abrazo grandote, cuidáte mucho.
que buen articulo marisa. creemos que tener un negocio o alguna actividad en el hogar.. (porque te cuento que en estos momentos soy AMO DE CASA..) es estar en el todo el tiempo y es falso.. hay tareas que pueden delegarse para liberarse del stress y aprovechar ese tiempo en otras cosas