
Muchos de mis clientes luchan con la ansiedad o con una baja autoestima, y a través de mi trabajo les enseño a liberarse rápidamente de los sentimientos de angustia y falta de valía, así tienen más espacio para la calma, la alegría, para fluir en la vida con facilidad. Por eso me gustaría hablarte sobre la ansiedad, y pedirte que te dispongas a mirar con curiosidad tu propia ansiedad.
En cualquier momento en que te sientas ansioso, es una señal de que estás desconectado de tu Espíritu, y desconectado de la parte más verdadera de vos misma, quién realmente eres. Si piensas sobre esto, cuando te sientes conectado a tu Espíritu, te sientes completamente tú mismo. Estás liviano, calmo, relajado, centrado y alegre.
Es importante saber que todos nosotros experimentamos ansiedad algunas veces en nuestra vida, algunos más que otros, y nos impacta de manera diferente. La ansiedad puede ser definida como una emoción caracterizada por un estado desagradable de confusión interna, a menudo acompañado de conductas nerviosas, como pensar lo mismo una y otra vez, inconscientemente contener la respiración, respirar superficialmente y brevemente, tensión en los hombros, etc.
La ansiedad es una señal de desconexión de nuestro Ser Auténtico, tu esencia, tu espíritu. Otra causa de la ansiedad es la desconexión de tu Conexión Espiritual, sea lo que sea que significa para vos.
¿Tenés una práctica espiritual que realizás cada día? Tener una práctica espiritual es una manera realmente importante de profundizar en tu conexión con tu propio Espíritu y con tu Conexión Espiritual. Esta es tu prioridad más alta en tu vida; es importante dedicarle un tiempo cada día, y elegir el momento del día que funcione mejor para vos.
Mi práctica diaria comienza típicamente con un ejercicio de agradecimiento escrito, luego dedico un tiempo para establecer cómo será el día, y una visualización guiada. Además, en cualquier momento del día recurro a practicar Breathwork, o respiración plena, una técnica de respiración que aprendí para sentir y liberar mis emociones más plenamente. Normalmente dedico unos 40 minutos a mi práctica diaria, dependiendo de las circunstancias, pero a veces no tengo ese tiempo y le dedico unos 15 minutos.
Podés buscar un lugar en tu casa para hacer tu práctica espiritual, puede ser tu habitación, una oficina o una segunda habitación. Hay muchas cosas que podés hacer como una práctica espiritual. Esto puede incluir salir a caminar y estar presente a ti mismo y a tu espíritu a medida que caminas, rezar, afirmaciones, yoga, meditar, escribir sobre las cosas por las cuales estás agradecido, escribir en un diario, dialogar con tu conexión espiritual, encender una vela, tomar tarjetas motivacionales y leer una cada día, bailar, hacer taichí, pintar, practicar Breathwork, escuchar una visualización guiada, escuchar un audio inspirador… Lo más importante es que tengas una que funcione para vos.
Si ya tenés una práctica espiritual quizás te gustaría profundizar en la misma, o bien explorar con algunas de las ideas que acabo de mencionar. ¿Qué hacés vos como una práctica espiritual? Me encantaría leer tus comentarios! 😉
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