Muchas personas que desean ver realizado su proyecto profesional tienen miedo de usar su tarjeta de crédito para su negocio, o tienen deudas por las cuales cargan un montón de culpa.
Me gustaría dejar las cosas claras sobre la deuda para el caso de dueños de pequeños negocios. Esto es simplemente como yo lo veo y sé que es un tema controvertido. Te invito a tomar tus propias decisiones acerca de cómo usar tu deuda, la cual puede ser un recurso súper importante en el desarrollo de tu negocio.
No hay ni una sola gran compañía que no tenga alguna clase de deuda en sus registros. Y la mayoría de ellas comienza con un préstamo o algún tipo de financiamiento para pasar los primeros dos o tres años.
Muchos de los dueños de negocios que venden servicios (como coaches, consultores, acupunturistas, diseñadores, masajistas, etc) comienzan sin ningún dinero para conducir su negocio, sin préstamos, sin financiamiento. Un negocio necesita tiempo para crecer, y el dinero fluye con lentitud al principio. Esto te coloca una presión enorme porque necesitas hacer dinero para ayer. ¿Te suena familiar?
Así que ¿qué pasa cuando no tienes suficiente dinero? Terminas trabajando muy duro, contratando personas no cualificadas y tratando de aprender a medida que avanzas. No puedes invertir en coaching, ni obtener el soporte que necesitas, ni tomarte el tiempo para pensar sobre tu negocio con una visión de largo plazo. El resultado es un negocio desordenado, que no es muy rentable y que consume un montón de tiempo de su dueño.
Aquí es donde son útiles las tarjetas de crédito.
Las tarjetas de crédito, especialmente las que tienen bajo interés, pueden servir como un préstamo de corto plazo en tu negocio. Puedes utilizarlas para cosas como re-diseñar tu página web, pagar a una asistente virtual, recibir coaching o entrenamiento para tu negocio y así lograr que las cosas fluyan con facilidad al principio.
Éste es el truco: tienes que tomar decisiones inteligentes sobre en qué inviertes el dinero y debes crear un plan para pagar esa inversión dentro de un plazo de entre 6 y 12 meses como máximo.
¿Cómo decidir cuándo un gasto es una decisión inteligente?
1. Haz preguntas. No contrates a nadie sin hacer preguntas y sin asegurarte de que esa persona puede cubrir exactamente tus necesidades. No tomes decisiones emocionales cuando se trata de decidir sobre un gasto.
2. Compara. Busca en el mercado y encuentra la persona y los servicios que mejor se ajustan a ti y a tu negocio.
3. Escribe. Toma lápiz y papel y escribe acerca de por qué debes usar ese dinero, los pros y los contras. Si los pros pesan más que los contras, estás tomando la decisión correcta.
¿Cómo te aseguras de que tendrás un retorno de tu inversión para los programas de coaching y los entrenamientos?
1. Asegúrate de que el programa tiene contenido que puedes usar en tu negocio en este momento. De esa forma puedes generar dinero rápidamente y estarás en condiciones de pagar tu tarjeta de crédito dentro de los 12 meses. Si estás iniciando tu negocio, necesitas un programa que te brinde las bases, en lugar de uno más específico como podría ser «cómo usar Facebook para tu negocio». Necesitas saber cómo conseguir clientes.
2. Saca ventaja de todos los aspectos del programa. Asiste a cada clase, realiza cada tareas, haz preguntas. No puedes conseguir los resultados si no haces el trabajo.
3. Toma responsabilidad 110% por tus resultados. Sé honesto contigo mismo. Si te estuviste enfocando sólo en tu vida personal, tu negocio no crecerá.
4. Consigue ayuda extra cuando la necesites. Si estás en un programa grupal, a veces puedes necesitar algo de atención extra individual para que tus preguntas sean respondidas. No dudes en pedir esa ayuda, incluso si eso significa pagar por ella. Una sesión de 30 minutos que despeja una creencia limitante puede conducirte a miles de dólares en ingresos.
Espero que esto te sirva para usar tus tarjetas de crédito en tu negocio de una manera inteligente – como un apalancamiento para ayudarte a llegar al siguiente nivel. Por favor déjame un comentario debajo y cuéntame qué piensas.